Juan Xuna nació en
Vigo, España. Haciendo el servicio militar conoció a una
puertorriqueña con la que se casó. Se trasladaron a vivir a este país,
donde Xuna terminó de graduarse como Ingeniero de Telecomunicaciones.
Se convirtió en ciudadano estadounidense en 1976.
Su vida profesional siempre ha estado vinculada al software y a las
tecnologías de telecomunicaciones. Acaba de dimitir como
vicepresidente de Ventas Internacionales por una compañía de
Nebraska, para dedicarse por completo a la política.
Aunque es corta su formación política piensa que sus
conocimientos científicos podrán suplir las deficiencias. "El
Congreso de EE.UU. está lleno de abogados. Ingenieros y científicos
hay pocos, lo que me hace ser un tipo más raro dentro de este grupo
congresista al quiero pertenecer. Mi experiencia me ayudará a
informar y a atacar técnicamente los problemas del ambiente que sufre
nuestro planeta, una preocupación que vemos más acuciante que muchos
abogados".
Sus orígenes también son otro de los elementos que distinguen a
Juan Xuna del resto de miembros de la especie política de EE.UU.
"Aquí soy un tanto diferente, un raro híbrido. En materia
social, soy más demócrata que otros de mi partido. Pero en materia
de economía, soy más pro-negocios que la mayoría de los
republicanos. Por otra parte, los hispanos están sub-representados en
los organismos federales y en muchos estatales. El hecho de ser uno de
los pocos candidatos hispanos también me diferencia de los otros
congresistas. Finalmente, soy agnóstico, en un país donde somos -aparentemente-
menos de un 5% y estamos apabullados por la mayoría religiosa de
derecha conservadora. Esto también me hace distinto y será un lastre
en mis elecciones, pero mis creencias no están a la venta".
"Quiero ayudar a los hispanos y a Latinoamérica a
progresar"
El distrito 22 de Florida cuenta con una población de cerca de
600.000 personas, de las cuales el 95% son blancos y el 5% negros. Sólo
el 12% son hispanos. Un cuarto de la población tiene entre 25 y 44 años
y una tercer parte son mayores de 60 años. Los judíos y los
italianos son los grupos étnicos mayoritarios.
Como hispano, Juan Xuna predica en su programa político, el cual
podemos leer en su página web http://www.gr8st8.com/,
que quiere ayudar a los hispanos y a Latinoamérica a prosperar.
"No defiendo esto sólo para ganar votos porque la tasa de
hispanos en el distrito 22 es la misma que en todo el país, del 12%.
Sólo los residentes del distrito pueden votar por mí y los cubanos
de Miami no lo están. Estados Unidos puede ser un catalítico que
promueva la unión comercial con Latinoamérica, ese continente
hispanoamericano".
Juan Xuna confía que la clase hispana progrese en Estados Unidos.
"No creo que la pauta de progreso para los hispanos sea diferente
a la de cualquier otra corriente de migrantes que quiera integrarse
aquí. El principal problema es que muchos de éstos no tienen todavía
la ciudadanía y por lo tanto no pueden votar. Por eso no tienen una
representación directa. Además, la falta de preparación académica
en esto grupo es elevada, ya que muchos de ellos llegan del interior
rural de los países latinoamericanos".
Los cambios necesarios que hay que abordar en Estados Unidos
Xuna lleva años viviendo a Estados Unidos y piensa que en el
extranjero se tiene una visión de que la vida en esta país es muy
llevadera, pero apunta que la realidad no es ésta sino todo lo
contrario y que la percepción que se tiene allí del trabajo es la raíz
de muchos de sus males. "Aquí se trabaja como un loco. Somos una
nación, como Japón, que está ofuscada en la profesión. No quiero
aparecer como un vago que se propone desacelerar el progreso de este
país, pero esa dedicación al trabajo de esta forma tan obcecada está
trayendo consecuencias muy graves en la vida social-económica, como
son el alcoholismo, la violencia en los hogares, la alta tasa de
divorcio, la falta de tiempo para atender a los hijos, para vivir
experiencias conjuntas familiares. Estos problemas son tan intangibles
que son difíciles de medir. Pero lo más increíble es que nadie los
ve".
"¡Lo que nos hizo Bin Laden nos cogió por sorpresa, pero
a cada cerdo le llega su San Martín!"
"Los americanos tenemos la auto-opinión de que somos generosos.
Respetamos democráticamente todas las religiones y a todas las
personas. Somos pacientes y entendedores, pero tenemos tenemos un límite:
'do not mess with America (NO NOS FASTIDIEN)', porque quien se atreve
a herirnos se joroba. No regresaremos a la Edad de Piedra y no
rescindiremos de nuestros derechos civiles".
En estas palabras de Xuna se atisba un sentir tan patriótico como
el de cualquier americano en relación a los atentados del 11 de
septiembre. "Lo que nos hizo Osama lo van a pagar, como los
japoneses en Pearl Harbor. El régimen talibán ya los pagó y Al
Qaeda está dando los últimos diezmos que le quedan en el bolsillo. A
Osama le llegará su 'San Martín'. Pueden contar que eso pasará".
Juan Xuna achaca la guerra en Afganistán a la postura que ha
mantenido hasta ahora Estados Unidos respecto a la entrada de millones
de árabes sin papeles y sin preparación alguna a este país. "Esto
a fin de ayudar en la democratización y en la economía a estos países
desérticos. El ocio de la juventud árabe, debido al desempleo, es el
problema número uno de esos países y el factor más crítico de su
beligerancia. La limitación pedagógica a un sólo libro (el Corán)
es el segundo. Máxime cuando este libro fue escrito hace varios
siglos cuando las sociedades eran totalmente diferentes".
"Si no fuera por las ventas de petróleo de algunos de estos
países y del flujo de divisas que llega a las regiones árabes pobres
(de sus hermanos árabes ricos) estarían todos ellos comiendo dátiles
y bajo racionada cuota. Todos saben que Europa y América arrastra
estas economías, cuando les pagamos, con el sudor de nuestro trabajo,
por el petróleo que necesitamos. Y ellos, por ejemplo en Arabia
Saudita o Kuwait, el gobierno les paga todo a todos y no tienen nada
que hacer, para que sigan educativamente desmotivados, a cambio de
apoyar las monarquías feudales que allí imperan", apunta Juan
Xuna.
"Yo soy el único que tiene la solución al conflicto árabe
en Israel"
Juan Xuna cree firmemente que Israel, aunque fue un pueblo abusador en
su pasado, ahora desea la paz y que para acabar con el conflicto árabe
en Israel y el Líbano, éstos deben ser incluidos dentro de la Unión
Europea y en la OTAN por los vínculos que los unen. "No es una
solución de conveniencia idealista. Quizás el 40% de los libaneses
son cristianos y descendientes de los cruzados europeos. Casi la mitad
de los judíos son sefardíes, y por lo tanto descendientes de los
expulsados de España. Otros regresaron, por miedo a ser exterminados,
a Israel durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque muchos en Europa se
opondrían a esta inclusión, debería ser su derecho a hacerlo".
"Hay que poner controles a la tecnología y al comercio
para no arrasar con lo que queda de jungla en este planeta"
"La población del mundo sigue en aumento incontrolado y los
recursos naturales, como el petróleo, se van paulatinamente
extinguiendo. La solución es la educación en el Tercer Mundo y la
planificación familiar. La tecnología y el comercio traen bienestar
y progreso. Pero sin drásticos controles, podemos acabar con lo que
queda de este sufrido planeta. Aunque también es injusto que no
deseemos que los demás tengan el progreso que nosotros disfrutamos y
promulguemos que la solución está en limitar los mercados. Hay otras
salidas". Esta es la postura de Juan Xuna respecto a la
globalización.
"El español siempre será la segunda lengua de importancia
en EE.UU."
"Las lenguas que existirán en este planeta en el futuro serán
aquellas que- en una era de información global- se puedan aprender fácilmente.
Por lo menos que sean congruentes. El español, debido al constante
influjo de inmigrantes siempre será la segunda lengua de importancia
en EE.UU. El comercio con Latinoamérica también será otro factor
que le dará importancia a nuestra lengua."
Sin embargo, Juan Xuna no opina lo mismo respecto a las
posibilidades del español para que sea elegido por las masas de
negocios de ámbito internacional. "Se requieren cambios drásticos
en la fonética y normas ortográficas. Me imagino que los ingenieros
lingüísticos tendrían un mejor entendimiento que las almas
literarias que han pululado por cientos de años en las sillas de la
Real Academia de la Lengua y que no tuvieron ni idea de lo que es
importante para facilitar el lenguaje a las masas y, así, incentivar
su uso internacional".